Vietnam, con sus 330 mil kilómetros cuadrados y sus 90 millones de habitantes, es un país lleno de historia que ofrece una inmensidad de paisajes y experiencias por vivir. Una vez más, su cultura y su gente fue lo que más me interesó y lo que busqué registrar a través de las fotos.

Hoi An fue nuestro primer destino. Es una ciudad que enamora al instante, especialmente el casco antiguo, con sus casas pintadas de amarillo, el río que lo atraviesa y sus faroles multicolores colgados en cada rincón. Al llegar la noche todo se ilumina y empieza la magia.

Son muchas las parejas que eligen este lugar maravilloso para registrar su amor.

De Hoi An nos fuimos a Hanoi, la capital del país, caracterizada por la presencia de millones de motos y un tránsito de otro planeta. Utilizamos esta ciudad como punto de partida para visitar Halong Bay y otras zonas rurales.

La combinación de montañas con aguas transparentes convierten a Halong Bay en uno de los principales atractivos del país.

El cultivo de perlas es tradicional de esta zona. Es un trabajo artesanal que implica procesos que pueden llevar de 2 a 9 años de duración.

En el centro de Hanoi la calle es el lugar privilegiado por los lugareños para vender alimentos, cocinar y sentarse a comer.

Las miles de motos estacionadas, los vendedores y los animales son, sin duda alguna, los dueños de las veredas.

Recorrer Vietnam implica adaptarse al caos y a las multitudes, a los olores de la cocina en la calle, a la convivencia de lo moderno con lo antiguo y al disfrute de una naturaleza inmensa y variada. Encontrar el balance es la clave para una experiencia placentera y recomendable!

Espero haber podido transmitirles un poco de lo exótico y asombroso que tiene este país.

Hasta la próxima!